¿Probiótico y Prebiótico, es lo mismo?

Concepto

No, aunque los dos conceptos emergen de un nuevo enfoque sobre la interacción bacteria-huésped.

Recuerde

Entre las especies bacterianas que colonizan al hombre consideramos patógenas a aquellas que tienen capacidad de invadir o de producir toxinas. Hay muchas especies, empero, que no se relacionan con enfermedad alguna. Así ocurre con la gran mayoría de la población de bacterias del colon; de hecho, muchas especies de bacterias que habitan el intestino humano son incluso claramente beneficiosas. En la actualidad prevalece una concepción amplia de la relación bacteria-salud, que tiene en cuenta el intercambio beneficioso entre microorganismo y huésped. Dentro de esta interacción bacteria-huésped distinguimos dos conceptos: probiótico y prebiótico.

1) Probióticos son microorganismos vivos que, ingeridos en cantidades adecuadas producen efectos beneficiosos para la salud. El hombre de la Edad de Piedra consumía una cantidad de probióticos miles de veces mayor que el hombre moderno.

2) Prebióticos son ingredientes de la comida no digeribles, que promueven selectivamente el crecimiento y la actividad de un número limitado de especies bacterianas (por ejemplo las inulinas). Así, los prebióticos pueden ser también una fuente de efectos saludables, en tanto que promueven el crecimiento de especies beneficiosas para el organismo.

Entre los efectos beneficiosos de ambos, encontramos:

1) Prevención y tratamiento de las diarreas infecciosas, sobre todo de las infantiles por rotavirus.

2) Tratamiento de la intolerancia a la lactosa, a través de las bacterias vivas que se utilizan como fermentos en la preparación del yogur (poseen lactasa, enzima necesaria para digerir la lactosa).

3) Modulación del sistema inmune.

4) Utilidad para tratar el eczema atópico y alergias en general, sobre todo en población infantil.

Recomendación

El consumo de yogures y otros alimentos pro y prebióticos potencia nuestras bacterias “buenas” y ésta puede ser la manera más natural y efectiva para combatir a las bacterias “malas”.

 

Fuente: LAS 100 PREGUNTAS QUE SIEMPRE QUISO HACER: MITOS Y VERDADES EN TORNO A LA ALIMENTACIÓN. Vol. I

Dra. Josefa Mª Panisello